La OMS (Organización Mundial de la Salud), ha clasificado la obesidad como una pandemia de tipo no infeccioso, quiere decir que no es contagiosa, pero es un problema mundial. Pues cada año fallecen más de 2 millones de personas en el mundo solo a causa de obesidad y sobrepeso. Y es que la obesidad conlleva a otro tipo de enfermedades como diabetes, hipertensión, apnea del sueño, fallas hepáticas, depresión y ahora es uno de los factores para el Covid-19.
Así mismo según la OMS, la obesidad es un factor de riesgo en múltiples tipos de cáncer como: útero, mama, colon, riñón, páncreas, etc. Y si esto no es suficiente, la obesidad reduce la calidad de vida de una persona entre 5 a 20 años. Cifras realmente preocupantes.
Sumado a ello el peligro que se está corriendo en niños, debido al encierro por pandemia del Covid- 19, muchos niños han elevado la ingesta de comida y golosinas en casa, sumado a ello la poca actividad física que están realizando y los hábitos de sedentarismo que estan empezando a tener, duplica que puedan padecer de obesidad infantil.
Teniendo en claro esto, es importante que en estos tiempos se le preste atención a la alimentación y las actividades físicas, pues la obesidad y el sobrepeso producirá consecuencias graves inmediatas y a largo plazo.
Es importante que se realice un cambio en la alimentación, que aprenda a comer y limitar las grasas saturadas, azúcares y aumentar el consumo de verduras, frutas, legumbres, cereales y frutos secos. Agregando una actividad física regular de al menos 1 hora al día, puede caminar, trotar, realizar ejercicios de bajo impacto, según lo que pueda tolerar.
Si, aun así, no logra bajar de peso, es importante que acuda con el especialista para que en conjunto puedan encontrar alternativas o tratamientos que le ayudarán a terminar con ese problema.